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Porque al final fue tan relativo el tiempo, que nuestro amor me pareció fugaz; quizá diminuto ante la bastedad del mismo. Intensamente brillamos, sin complejos, sin miedos ni dudas. Lo fuimos todo, y más que eso, en otra vida, sé, sabemos, que otra oportunidad nos alcanzará para abrazarnos fuertemente y jurar en cada vida amarnos con más fuerza que el anterior momento.
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